El municipio de El Berrueco se localiza a orillas del embalse de El Atazar en un entorno natural rodeado de piedras berroqueñas algunas de las cuales son prolongación de la cercana Sierra de La Cabrera. El Berrueco tiene una altitud de 925 metros y una extensión de 28,80 kilómetros. Desde el punto de vista del medio físico destacamos la piedra granítica tan peculiar de todo su término municipal de donde le viene a El Berrueco si importante y ancestral tradición cantera. Varios arroyos discurren por sus tierras, entre los que destacamos el Arroyo Jobalo o el de La Dehesilla y una vegetación de ribera rica y variada a la que hay que añadir la importancia de las dehesas de aprovechamiento ganadero de roble melojo o encina que nos indican un pasado ganadero no tan lejano. Destacamos en El Berrueco las construcciones tradicionales de piedra y madera que hoy en día todavía se conservan y que se convierten en escenario único para la representación de un ya tradicional Belén Viviente que se celebra en el periodo navideño en la localidad. Las actividades tradicionales ya no tienen en El Berrueco la importancia de antaño pero todavía se mantienen vivas algunas de ellas como la cestería, la fabricación de tejas y adobes, el trabajo de la madera, la forja del hierro y sobre todo la Cantería, que actualmente sigue manteniendo su importancia y que puede apreciarse en el mágnifico Museo de la Cantería al aire libre. Cabe destacar también que en El Berrueco se encuentra la Mancomunidad del Embalse del Atazar donde se aloja el Museo del Agua, uno de los siete museos que esta mancomunidad tiene distribuidos por tantos pueblos. En su término municipal destacamos algunos monumentos de interés, como la Atalaya de Torrepedrera, la Iglesia de Santo Tomás Apóstol, el Crucero de la Iglesia, La Ermita de Santa María, El Canal de El Villar, la Picota o Rollo, el Potro de Herrar y el Museo de la Cantería, o el Puente Romano sobre el Arroyo Jóbalo. El Berrueco se ha convertido hoy en día en un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza y practicar todo tipo de actividades entre las que destacamos las actividades náuticas, el senderismo o la equitación. Todo ello en un entorno natural cultural inigualable y con múltiples posibilidades para disfrutar el turismo rural.