Braojos es otro municipio de marcado carácter rural donde la actividad agropecuaria sigue configurando lo esencial de la vida local y su paisaje definido por las amplias superficies de pastos y cultivos y la red de caminos de vías pecuarias. Dentro de su patrimonio arquitectónico sobresale la Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir, construida en los siglos XV y XVI y reedificada en estilo barroco en el siglo XVII. La planta tiene forma de cruz latina, con dos naves y en su interior se conserva un retablo de Gregorio Fernández y dos tablas de Berruguete. En el núcleo subsisten algunas viviendas rurales y dependencias agropecuarias de interés, sobre todo en el extremo este del pueblo, que es la parte más antigua del mismo.