Después de conocer un Rincón histórico de la Sierra Norte (La Heredad de Santiago), os invitamos a recorrer el camino que va desde Pinilla a Gargantilla, que coincide en trazado con la cañada de la Cerrada de Garay, también conocida como cañada de Santiago, en honor a la Iglesia de Santiago, de la que hemos hablado anteriormente. ¿Pudo ser este parte del camino que recorrió Juana desde el Castillo de Buitrago hasta la Iglesia de Santiago para aquella cita histórica? No lo sabemos, pero dejemos volar nuestra imaginación mientras recorremos el camino…

Para comenzar esta ruta nos debemos situar en la calle Buitrago junto al arroyo de la Pinilla, en Pinilla de Buitrago. El nombre de la calle ya nos cuenta claramente de donde partía el viejo camino que iba hacia Buitrago.

Junto al arroyo, podemos ver que la calle se bifurca, una de ellas cruza el arroyo y la otra se dirige paralela al arroyo, por su margen derecha, en dirección al cementerio. Tomamos esta última opción, una calleja asfaltada que descendiendo muy suavemente, junto al arroyo, pasa por delante del cementerio. Pasado el cementerio, se acaba el asfalto y la ancha calleja pasa a ser de tierra. Caminamos por la Cañada Cerrada de Garay, la anchura del espacio la dicta el modelo de vía pecuaria, en este caso cañada que debían tener al menos 75mts.

El camino va aproximándose al embalse y nos deja bonitos paisajes con el agua como protagonista. Poco después pasamos por un bosquete de arces de Montpellier que le da cierta originalidad vegetal al camino.

Poco después el camino se bifurca, nosotros viramos hacia el Suroeste, alejándonos del embalse. A nuestra izquierda vamos dejando el centro ecuestre Cerrada de Garay, en cuya finca podemos observar bonitos caballos trotando y pastando, en los verdes pastos de excelente calidad debido a su ubicación cerca del embalse.

Pasamos un zarzo que da paso a un amplio espacio entre bancales de piedra seca, que a medida que avanzamos se va estrechando, dejando siempre un espacio suficiente para el paso de personas y ganados. Aun así en algún tramo los bancales y la vegetación arropan el camino dándole cierto aire de recogimiento. Tras los bancales fresnos y robles crean un bosque muy cerrado. La vegetación la componen fresnos, robles, alguna encina, morrioneras, arraclanes, escaramujos, boneteros, zarzas y majuelos.

Salimos a espacios más abiertos donde predominan las encinas y a medida que avanzamos vamos divisando en la lejanía el pueblo de Gargantilla bajo el cerro de La Cruz. Más próximo, y en la dirección en la que avanzamos se asoma la espadaña de la Ermita de Santiago.

El camino, ahora sendero, se encaja entre zarzales que aparecen entre los bancales, para desembocar en un prado, donde viramos en un cruce, hacia el Noroeste.

Es este prado donde se sitúa la Ermita de Santiago, construida en piedra y ladrillo, con anterioridad a 1390. Su ábside es de estilo mudéjar y la portada es gótico mudéjar. La espadaña aun se muestra majestuosa. Debió ser a lo largo del s. XVII cuando se produjo el expolio de la pila bautismal y las campanas, hasta llegar al estado actual de ruina.

En este escenario se produce el encuentro entre el monarca Enrique IV, y el sequito que acompaña a la niña Juana el 26 de octubre de 1470, donde los nobles castellanos juran a la princesa Juana como legitima heredera al trono. Oficiándose las capitulaciones matrimoniales entre el Duque de Guyena, hermano del rey de Francia y la hija del rey de Castilla.

El camino de zahorra blanca se dirige ya hacia Gargantilla, entre amplios prados salpicados de fresnos trasmochados, donde pasta el ganado. Las vistas del valle guardado hacia el Sur por la cuerda montañosa que se forma entre Cabeza de la Braña, el Mondalindo, Peña Negra y el cerro del Cuadrón son magnificas, con el pueblo de Garganta de los Montes bajando por la falda de este último.

El camino pasa por encima de las vías del tren de la línea Madrid-Burgos, hoy en desuso, y con la bonita estampa de Gargantilla bajo el cerro de La cruz llegamos a nuestro destino.